(SUSURROS)
y no haya respondido mi perfume
a tu miel.
Que no caiga la lluvia,
hasta que no me encuentre al cobijo
de tus brazos.
Que no se presente la mañana,
si no he sucumbido ya,
a tus encantos.
Que no me abandones, amor...
hasta que no me haya saciado
con tus labios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario